Irati
Habitante del santuario animal
Irati llegó al santuario gracias a une compañere que la vió sola en un campo, era muy pequeña, aún con el cordón umbilical, se le veía débil y nos avisó para poder acogerle y ayudarle a sobrevivir. Temíamos no llegar a tiempo a la veterinaria, pero todo fue bien.
La revisaron, la desparasitaron y la vacunaron, pesaba tan sólo 2,3 k y nos dieron el tratamiento que necesitaba para seguir adelante.
Irati es un torbellino de amor, es muy cariñosa y muy cercana. Rápidamente hemos creado unos vínculos preciosos con ella. Le encanta estar acompañada e interactuar con nosotres. Se ha adaptado muy bien a su nuevo hogar y eso es maravilloso, aquí podrá disfrutar de su vida junto a las demás habitantes lejos de toda opresión.
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Si tienes alguna duda sobre el proyecto, si quieres visitar el santuario o quieres realizar voluntariado envíanos un mail y te contestaremos en cuanto nos sea posible.